Argentina se presentó en el Estadio Zorros del Desierto en un contexto complicado. Sin la presencia de Lionel Messi, por decisión del técnico para que continúe con su puesta a punto en el PSG, el combinado albiceleste cruzó la Cordillera de los Andes con una delegación diezmada, dado que ni Scaloni, ni Pablo Aimar, ni dos de sus jugadores convocados como Alexis Mac Allister y Emiliano Buendía por dar positivo a los testeos de COVID-19 pudieron estar en el compromiso frente a Chile.
La reacción chilena se amparó en la pierna fuerte y el carácter. A pesar de no contar con el dominio de la pelota, un centro de Marcelino Núñez encontró la cabeza de Ben Brereton y el delantero del Blackburn Rovers resolvió por encima del Dibu Martínez. La pasividad en la marca de Nahuel Molina contribuyó en el tanto del atacante oriundo del Reino Unido.
El golpe no le generó ningún inconveniente a La Scaloneta. El sacrificio del Papu Gómez, para recuperar y armar juego, fue otra de las claves para que la Argentina vuelva a ponerse en ventaja. La figura del Sevilla inició una jugada para que De Paul recorra más de 15 metros con la pelota en sus pies y pruebe de media distancia. La floja respuesta de Bravo, con un rebote hacia el centro del área, le permitió a Lautaro Martínez capitalizar la falla del arquero y celebrar el 2 a 1. De inmediato el técnico local reemplazó al guardameta por Brayan Cortés, ya que una molestia física sacó del partido al experimentado hombre con pasado en el Barcelona.
Antes del cierre de la primera etapa, Paulo Díaz tuvo la igualdad con un disparo de larga distancia, aunque la notable maniobra del ídolo del Aston Villa ahogó el grito del defensor de River. A mano cambiada, el Dibu volvió a desactivar el peligro para que la Albiceleste se fuera al descanso con el marcador a su favor.
Como Chile no podía permitirse una derrota, en el complemento envió a la cancha a Mauricio Isla, Joaquín Montecinos y Gabriel Suazo. La idea de Lasarte fue aprovechar la merma física de los argentinos y darle mayor electricidad al ataque local. Por lo tanto, la dupla técnica compuesta por Samuel y Ayala decidió sacar a Nico González y a Rodrigo De Paul, de gran desgaste en el primer tiempo, por Marcos Acuña y Giovani Lo Celso. La Albiceleste necesitaba aire en la altura.
A diferencia de lo que sucedió en los primeros 45 minutos, Argentina se dedicó a resistir los desesperados ataques de Chile en la instancia complementaria. Los envíos de Joaquín Montecinos y Alexis Sánchez hacia Brereton significaban las chances más claras para que La Roja pueda llegar al empate. Sin embargo, las sólidas respuestas de Dibu Martínez atentaron contra los deseos locales.
Sin dudas, el combinado bicampeón del mundo tuvo una muestra de carácter en el desierto de Calama. A pesar de no contar con piezas fundamentales en el esquema de La Scaloneta, supo adaptarse y encontrar variantes para superar a un rival urgido de puntos. La producción del primer tiempo fue de lo mejor del ciclo, pero en el complemento le costó muchísimo. Más allá del cansancio físico, el técnico debe estar conforme porque sabe que tiene material de recambio por si no puede contar con sus principales intérpretes. Para Qatar aún falta mucho, pero la ilusión crece día a día. Y los 28 partidos invictos son un argumento de sobra.
Chile: Claudio Bravo; Guillermo Maripán, Gary Medel, Sebastian Vegas, Paulo Díaz; Marcelino Núñez, Charles Aránguiz, Erick Pulgar; Alexis Sánchez, Benjamin Brereton y Eduardo Vargas.
Argentina: Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Lisanrdo Martínez, Nicolás Otamendi, Nicolás Tagliafico; Rodrigo De Paul, Leandro Paredes, Alejandro Gómez; Ángel Di María, Lautaro Martínez y Nicolás González.
Estadio: Zorros del Desierto, Calama, Región de Antofagasta
Árbitro: Anderson Daronco (BRA)
Fuente: Infobae
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