El concesionario del Cerro Castor, Juan Carlos Begué, habló sobre la necesidad de inversiones en infraestructura para consolidar a Ushuaia como destino turístico; “necesitamos más hoteles y mejores servicios”, dijo.
En este sentido, Cerro Castor también mira hacia el futuro con nuevos proyectos que buscan diversificar las actividades del centro y romper definitivamente con laestacionalidad. “Estamos trabajando en proyectos para que el cerro sea un destino de actividades al aire libre durante todo el año, con trekking, ciclismo de montaña y otras actividades”, anticipa.
El impacto económico de Cerro Castor ha sido profundo, no solo impulsando el turismo, sino también dinamizando la economía invernal de Ushuaia. El centro ha jugado un rol fundamental en romper la estacionalidad turística de la ciudad, atrayendo una gran cantidad de visitantes durante el invierno y generando un cambio en la percepción local: lo que antes era visto en parte como una dificultad, hoy se considera una oportunidad de crecimiento y desarrollo económico.
«Hay un antes y un después de Cerro Castor. La nieve, que en su momento representaba un obstáculo para algunos sectores, hoy es sinónimo de trabajo y oportunidades».
Este cambio ha beneficiado a distintos rubros, desde restaurantes y hoteles hasta agencias de alquiler de autos y comercios locales, que han experimentado un notable incremento en su actividad durante la temporada invernal.
Uno de los hitos más importantes en la historia reciente de Cerro Castor ha sido su consolidación como centro de referencia para equipos internacionales de esquí de competición.
«Hoy en día somos la estación de esquí del hemisferio sur que más equipos de Copa del Mundo recibe para sus entrenamientos,» comenta Juan Carlos con orgullo. Esto no solo ha puesto a Ushuaia en el radar de las competiciones internacionales, sino que también ha generado una fuente de ingresos clave para la economía local.
«Hoy prácticamente todos los equipos de competición que antes hacían temporada en Nueva Zelanda lo hacen en Cerro Castor» señala Begué. Esta “exportación con valor agregado” —como él lo llama— significa que no solo los equipos internacionales ingresan divisas al país, sino que también consumen productos y servicios locales, lo que multiplica los beneficios económicos.
En un contexto en el que el cambio climático es un desafío cada vez más presente para el turismo de invierno, Cerro Castor ha decidido apostar fuerte por la innovación tecnológica.
«El cambio climático es una realidad que ya afecta las temporadas. No nieva lo mismo que hace 50 años».
Para enfrentar esta nueva realidad, el centro ha invertido en la creación de nieve técnica (conocida también como nieve artificial), una infraestructura que ya cubre gran parte de la montaña.
«Hoy en día, tenemos la red más grande de nieve técnica en el hemisferio sur,» comenta Begué. Esta inversión, que incluye una nueva estación de bombeo y 90 bocas de nieve distribuidas por la montaña, permite al cerro asegurar una temporada de esquí más estable, independientemente de las condiciones climáticas.
«Esto es esencial para mantenernos competitivos frente a otros destinos y asegurar que los equipos de competición sigan eligiendo Cerro Castor para entrenar.»
Además de la tecnología para la producción de nieve, Cerro Castor ha incorporado maquinaria moderna como nuevas pisapistas y sistemas automatizados para la gestión de la montaña, todo con el objetivo de ofrecer una experiencia de clase mundial a los visitantes.
“Hemos logrado que nuestra infraestructura esté a la altura de los principales centros del mundo, lo que nos permite seguir creciendo y atraer más turismo,” concluye Juan Carlos Begué.
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